SELECCIÓN DE OBRAS DE LEOPOLDO LUGONES
A tí, única (poema de Quinteto de la luna y el mar)
Viola Acherontia (cuento)
Un fenómeno inexplicable (cuento)
Yzur (cuento)
El payador (estudio sobre Martín Fierro)
El payador (prólogo y advertencia etimológica)
NUESTRA EDICIÓN ANOTADA Y COMENTADA:
Las fuerzas extrañas
SOBRE LEOPOLDO LUGONES
Leopoldo Lugones y la invención del cuento moderno (Servando Gotor)
SOBRE LEOPOLDO LUGONES
Leopoldo Lugones y la invención del cuento moderno (Servando Gotor)
El payador de Leopoldo Lugones: Martín Fierro, epopeya argentina (Clara Rey de Guido).
Borges lector de Lugones (Marisa Martínez Pérsico).
Jorge Luis Borges a Leopoldo Lugones (Jorge Luis Borges).
Sobre las palabras de Borges y Lugones (Luis Veres)
ENLACES:
Leopoldo Lugones en
Wikipedia
Wikisource
El podeer de la palabra (epdlp)
RESEÑA BIOGRÁFICA:
Borges lector de Lugones (Marisa Martínez Pérsico).
Jorge Luis Borges a Leopoldo Lugones (Jorge Luis Borges).
Sobre las palabras de Borges y Lugones (Luis Veres)
ENLACES:
Leopoldo Lugones en
Wikipedia
Wikisource
El podeer de la palabra (epdlp)
RESEÑA BIOGRÁFICA:
LEOPOLDO
LUGONES
(1874 – 1938) Nació en 1874 en Villa de María en el departamento cordobés del
Río Seco, Argentina. Fue el primogénito del matrimonio de Santiago Lugones y Custodia
Argüello. En su niñez, la familia se trasladó primero a Santiago del Estero y
posteriormente a Ojo de Agua, una villa con pocos habitantes, donde cursó sus
estudios primarios.
A los diez años, se
destacaba por su memoria, gusto por la lectura e interés por las ciencias
naturales. Se cuenta que lo llamaban para amenizar las "tertulias"
familiares. Sus padres decidieron enviarlo a Córdoba con su abuela materna para
que siguiese los estudios superiores.
En 1892 Leopoldo volvió
a vivir con su familia que se había trasladado a Córdoba después de haber
perdido su estancia. La crítica situación económica lo llevó a tener que comenzar
a trabajar y convertirse en un autodidacta.
En esta época dio con
éxito sus primeros pasos en la vida pública. Recitó su primera composición en
el Teatro Indarte, dirigió el periódico liberal y anticlerical "El
Pensamiento Libre" y se alistó voluntariamente para enfrentar a las
fuerzas radicales sublevadas en Rosario.
En Córdoba, Lugones se
fue convirtiendo en un personaje popular capaz de ser contrapunto de los
payadores del barrio, publicar versos controvertidos con el seudónimo Gil Paz,
promover huelgas estudiantiles y fundar un centro socialista.
El año de 1896 fue
decisivo para Lugones: se instaló en Buenos Aires y se casó con Juana González.
En la gran ciudad se unió al grupo socialista de escritores integrado por José
Ingenieros, Roberto Payró, Ernesto de la Cárcova, escribió en el periódico
socialista "La Vanguardia" y en la "Tribuna", órgano del
roquismo y se ganó al distinguido auditorio del Ateneo. A los 22 años comienza
a escribir en "La Nación", promovido por su amigo Rubén Darío.
Publicó su primer libro "Las montañas del oro" (1897), basado en una
influencia tardía del Romanticismo Francés.
El
"novecientos" fue una época de intensa producción en la que escribió
muchas de sus obras más valoradas como "Crepúsculos del jardín"
(1905) donde se acerca al modernismo hispanista y a las nuevas corrientes
literarias francesas: simbolismo, decadentismo, parnasianismo. Esta tendencia
alcanza su máxima expresión en "Lunario sentimental" (1909). En su
obra "Las fuerzas extrañas" (1906). Lugones plasmará sus habilidades
para escribir cuentos de misterio. Este trabajo junto con los "Cuentos
fatales" (1926) renuevan el género de la forma breve e inician una fecunda
tradición en el Río de la Plata, en la que se inscribirán escritores como Jorge
Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar.
En 1901 ocupó el cargo
de inspector de secundaria y normal bajo las órdenes de Pablo A. Pizzurno y
Virgilio Magnasco. Posteriormente asumió la inspección general donde concretó
varias de las ideas plasmadas en su estudio sobre la "Reforma
educacional": cursos especiales en vacaciones, fundación del Instituto
Nacional del Profesorado Secundario, creación de las cátedras de Educación
Física y Dibujo, reglamentación para el ingreso de alumnos a la enseñanza
secundaria. Más adelante fue comisionado en viaje a Europa para estudiar las
novedades pedagógicas. En 1915 se hizo cargo de la dirección de la Biblioteca
Nacional de Maestros que ejerció hasta su muerte.
En 1910, la
conmemoración del Centenario de Mayo representó el cenit del movimiento de
afirmación de los valores y tradiciones nacionales. Bajo ese impulso, Lugones
publicó varios trabajos: "Odas seculares" (1910) y la "Historia
de Sarmiento" (1911).
En "El
Payador" (1916), reúne una serie de conferencias sobre "Martín
Fierro" de José Hernández que rescatan la obra, calificándola de
"Cuento Homérico de la Cultura Argentina"... Este particular enfoque
instaló en la crítica una fructífera polémica que se prolongó por décadas y
cuyo resultado fue la aceptación del Poema como la obra emblemática de la
identidad literaria argentina. La lectura que Lugones hace deja entrever otro
de sus principales puntos de interés intelectual; la cultura clásica. En este campo
su producción incluye las obras "Didáctica" (1910); "Las
limaduras de Hephaestos" (1910), "Estudios Helénicos" (1924) y
"Nuevos estudios Helénicos" (1928).
En Europa se vivía un
tiempo de incertidumbre instalado con la guerra mundial, la revolución de los
"soviet" y el fascismo italiano, mientras en Argentina se sentía la
crisis económica y la inestabilidad política. Lugones fue un observador atento
de la situación internacional y un hombre de acción en su país.
Lentamente, su visión
socialista fue dando paso a un pensamiento nacionalista de originales matices,
crítico del liberalismo y alejado de las posiciones católicas. Este Lugones
maduro fue igual de controvertido que en sus posiciones juveniles al apoyar el
militarismo de la década del treinta.
Su trabajo incesante se
plasmó en numerosos escritos, artículos de prensa y conferencias que le
merecieron el nombramiento en la Asamblea de Cooperación Intelectual de la Liga
de las Naciones (1924), el Premio Nacional de Literatura (1926) y la
presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores, fundada con su impulso
(1928).
En esta etapa, aumentó
con ritmo vertiginoso su ya cuantiosa producción intelectual entre la que se
encuentra "Poemas solariegos" (1928) uno de sus títulos más elogiados
y los ensayos "La patria fuerte" (1930) y "La grande
Argentina" (1930), indispensables para comprender la época y la generación
de Lugones.
Puso fin voluntariamente
a su vida en una isla del Tigre. Los boletines informativos sorprendieron a la
opinión pública tanto como a quienes lo trataban cotidianamente en la
Biblioteca Nacional de Maestros.
Lugones aún hoy genera
controversias por su cambiante temperamento político. El tiempo, sin embargo,
lo ha destacado como una figura central de la cultura argentina y como uno de
sus más grandes escritores.
(De Biblioteca privada
de Leopoldo Lugones)
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