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Fue -con Stephen George- el gran poeta del Simbolismo en lengua alemana. Sin embargo a Hugo von Hofmansthal se le conoce más, al menos fuera de Austria, como prosista, libretista de ópera y autor de teatro.
Los problemas que plantea su famosa y breve Carta de Lord Chandos (1902), con la que certificaba -recién cumplidos los 27 años- su abandono de la poesía lírica, que ya era efectivo desde hacía un año, han eclipsado una obra poética breve pero singularmente intensa, que -casi en su totalidad- se vierte por primera vez, como conjunto, al castellano.
Difícil encontrar un mayor grado de esteticismo que el de estos poemas de Von Hofmannstal, escritos entre 1891 y 1901, salvo otro -más circunstancial, por la guerra que empezaba- de 1914. Galas verbales y rítmicas (que la traducción no puede respetar, pero que no oculta), panesteticismo -que dirá Hermann Broch- símbolos que aluden al miedo, al alma, a la búsqueda de plenitud y a la anhelada fusión con la totalidad, (en la famosa visión analógica) allendidades y misterios como carismas y llaves hacia la verdadera vida- que no está en el realismo, aunque parta de él- y que fulgura siempre en la excepción, todo ello está magníficamente encarnado en estos poemas -espléndidos algunos- que tampoco olvidan la indefinición, el tenue velo de bruma, o el matiz que aconsejara Verlaine. Dice Hofmannsthal: “Paseábamos con el paisaje ante los ojos hacia un reino / del alma”... Y en otro poema, adelante (jardines que recuerdan mundos): “En aquel jardín, en el que antaño estuve”...
Lírico exacerbado, exquisito y puro -ardientemente puro- aún entre los mejores adornos simbolistas, a mi saber la Carta de Lord Chandos debe entenderse (aunque pueda ir y haya ido más lejos) como la plasmación de la crisis del propio Hofmannstal con el simbolismo y su lírica esteticista. Sintió el poeta que ese camino, que había asumido y recorrido hasta el fondo, estaba agotado. Y viéndose en la angustia de tal agotamiento no supo -en poesía- por dónde seguir. La crisis de Hofmannsthal no es tanto la crisis del lenguaje -como se ha interpretado- sino la crisis de un lenguaje concreto.
Pero lo cierto es que el poeta (el poeta sólo joven que fue Von Hofmannsthal) sucumbió a esa crisis, y sin abandonar otras preocupaciones intelectuales, creyó que todo poeta se debía a un arte finalmente menos elitista, lo que le condujo al teatro, y a los libretos de ópera... Pero la crisis poética nunca se cerró del todo, y por ello -hasta su muerte, en 1929- Hofmannsthal fue un hervidero de intentos, reflexiones y posibilidades. Un alto escritor que trazó, en su juventud, una singular poesía, lograda y simbolista.
Luis Antonio de Villena
elcultural.es, 2002
Acabo de leer la carta a lord chandos y me ha gustado mucho...parece que el autor, debió llegar a un estado zen de la conciencia y como dice Wiliam Carlos Wiliams, a lo mejor no quiso nombrar las cosas , para que no se girasen a su paso
ResponderEliminarangel