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Blanco, pese a no pocos
estudios sobre él, sigue siendo una figura, aunque muy actual, mal conocida en
muchos de sus aspectos.
(…)
Y como dije en aquél
libro (Inicios intelectuales de Blanco White, 2001):
… al tratar de Blanco,
suelen repetirse otros tópicos, sin base; a veces con obcecación
ideológica. Baste contrastar dos miradas
opuestas: La de Menéndez Pelayo y la de Juan Goytisolo:
El primero descarga en
el caso de Blanco mucho de su excesivo celo católico de la España tridentina, “martillo
de herejes”; aunque tiene en su favor el haber visto la desgarrada sinceridad de
Blanco y el magistral e inigualado costumbrismo de sus Cartas de España. También, el lograr que la Real Academia
publicara la biografía de Méndez Bejarano sobre Blanco; el libro que Llorens
llamó “perfectamente desorganizado”, y le aplicó aquella alusión a otro: “tan
inútil como indispensable”. Pero Menéndez Pelayo, en sus breves páginas sobre
Blanco del XVIII, se basa en prejuicios sobre la evolución posterior de éste, y
yerra, a veces.
(…)
Juan Goytisolo carga las
tintas sobre la España pintada por Blanco y sobre los sufrimientos personales
que cuenta éste, al juzgarse víctima de aquella sociedad (…) No cierne los prejuicios con los que el
Blanco adulto ensombrece sus recuerdos de entonces. Goytisolo los recarga con
toda su reconocida amargura política antifranquista. Sabe que el lector avisado
y coideólogo sacará paralelismos de opresión.
Pero ya entonces reconocí su sinceridad: Confiesa que la hablar de Blanco White no ha cesado de hablar de sí mismo.
Ante estas posturas extremas a la Menéndez Pelayo o a lo Goytisolo reitero aquí la necesidad de salvar los escollos que señalé entonces:
Los juicios opuestos de las dos Españas, que, como Escila o Caribdis, han hecho naufragar a muchos que navegaron por la procelosa vida de nuestro autor.
Antonio Rafael Ríos Santos
Blanco White a inicios del XIX
hasta exiliarse (23 Febrero 1810)
Esta obra completa
y la que se cita
así como gran parte del resto de la obra del autor
está recogida íntegramente en su página web
pinchar aquí
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ANTONIO RAFAEL RÍOS SANTOS. Nacido en Sevilla en 1936. Universitario a los 16 años, simultanea los
estudios de Filosofía y Magisterio. Sacerdote en 1960, termina el año siguiente
su Licenciatura en Teología en Comillas, y es Profesor de Seminario en lo que
vino a ser conocida como “La Escuela de Pilas”, de cuyo Colegio Reconocido
Superior fue Director Técnico desde que colaboró a crearlo hasta 1970 inclusive.
Siguiendo los consejos de su Obispo, pasa a ser Profesor de Instituto y a
colaborar como sacerdote en la parroquia donde reside desde entonces.
Actualmente sigue haciendo esto último mientras prosigue sus investigaciones
sobre la vida y la obra de sacerdotes sevillanos del XVIII, como Félix José
Reinoso, cofundador de la Academia Sevillana de Letras Humanas (Tesis Doctoral
en Filología, 1987, editada por la Diputación de Sevilla en 1989), y su gran
amigo José [María] Blanco White (Tesis Doctorales en Teología, 2001, e Historia,
2004). Estas dos últimas, tras jubilación anticipada y voluntaria, en 1999; por
motivos como estar más disponible para la Diócesis y la investigación, sin las
clases de Lengua y Literatura Españolas, ejercidas, hasta los últimos cambios,
como Catedrático Numerario de Bachillerato en sus asignaturas; usualmente, en el
Curso de Orientación Universitaria.
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