para escuchar el poema
en la voz de su autor)
La vida de repente revalida
su parte de verdad. Una apetencia
dulce, como una luz que está encendiéndose,
una emoción vibrante que recuerda
la plenitud, todo lo que remite
a un nuevo ritual de la experiencia,
viene a encontrar a sus destinatarios,
los ennoblece así y los recompensa.
El arte es una puerta que se abre.
¿Cuántos esperan fuera de esa puerta?
¿Quién ha venido a abrirla de improviso
y le ha dado al silencio una respuesta,
mientras se rompe un sello y se inaugura
otra demarcación de la belleza?
Allí pugna la vida y se resarce
de sus banalidades y carencias.
Una ya inmarchitable flor se yergue
al borde de la fe, define y fundamenta
la realidad creada. Y el artista
forja así su ficción más verdadera,
incorpora a la historia el sedimento
que pervive en su fondo de leyenda,
enriquece a los otros y a sí mismo
se nutre del caudal de esa riqueza.
En el centro del sueño comparece
la tutelar estirpe de una ciencia
que abarca a las demás, porque procede
de lo no visto y fluye y se reinventa
desde ese alumbramiento en que se juntan
un corto azar y una larga paciencia.
Y allí pugna la vida y se resarce
de sus banalidades y carencias.
Pinturas, libros, músicas compiten
en buscarle a la luz una luz nueva,
otro modelo de conocimiento,
un rango superior de convivencia.
Es un pacto armonioso que propone
mucho más de lo mucho que aparenta,
una iluminación donde palpita
cuanto palpita en la naturaleza.
Belleza y libertad al fin comparten
la seducción y algo que se asemeja
a un condimento nuevo del placer
ocupa el vasto mundo y lo interpreta.
¿Quién negará que en ese mismo instante
un júbilo, un hechizo se genera
y allí pugna la vida y se resarce
de sus banalidades y carencias?
Octubre 2005
VOLVER
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.