--VOLVER
Final de la Primera Jornada
...
CRESPO: Entraos allá dentro.
Vanse ISABEL, INÉS y JUAN
Mil gracias, señor, os doy
por la merced, que me hicisteis
de excusarme una ocasión
de perderme.
LOPE: ¿Cómo habíais,
decid, de perderos vos?
CRESPO: Dando muerte a quien pensara
ni aun el agravio menor.
LOPE: ¿Sabes, ¡voto a Dios!, que es
capitán?
CRESPO: Sí, ¡voto a Dios!,
y aunque fuera él general,
en tocando a mi opinión
le matara.
LOPE: A quien tocara
ni aun al soldado menor
sólo un pelo de la ropa,
¡por vida del cielo!, yo
le ahorcara.
CRESPO: A quien se atreviera
a un átomo de mi honor,
¡por vida también del cielo!,
que también le ahorcara yo.
LOPE: ¿Sabéis que estáis olbigado
a sufrir, por ser quien sois,
estas cargas?
CRESPO: Con mi hacienda,
pero con mi fama no.
Al Rey la hacienda y la vida
se ha de dar; pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma sólo es de Dios.
LOPE: ¡Juro a Cristo!, que parece
que vais teniendo razón!
CRESPO: Sí, ¡juro a Cristo!, porque
siempre la he tenido yo.
LOPE: Yo vengo cansado, y esta
pierna, que el diablo me dio,
ha menester descansar.
CRESPO: Pues, ¿quién os dice que no?
Ahí me dio el diablo una cama,
y servirá para vos.
LOPE: ¿Y dióle hecha el diablo?
CRESPO: Sí.
LOPE: Pues a deshacerla voy,
que estoy, ¡voto a Dios!, cansado.
CRESPO: Pues descansad, ¡voto a Dios!
LOPE: (Testarudo es el villano; Aparte
también jura como yo.)
CRESPO: (Caprichoso es el don Lope
Aparte no haremos migas los dos.)
Pedro Calderón de la Barca
El alcalde de Zalamea, 1640
_____
Descargar obra completa
El Alcalde de Zalamea
Pinchando aquí
Ver obra completa
en Wikisource
pinchando aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.